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Mostrando entradas de marzo, 2021

Transtextualidad en la música

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La transtextualidad no sólo se encuentra en la literatura. En la música también se encuentra. Al respecto, la alumna Astrid Salgado, de la materia Fronteras Genéricas: Intertextos Narrativos, con la profesora Jojana Oliva, de la Licenciatura en Comunicación FES Acatlán, presenta un podcast que lo explica con abundantes ejemplos.    https://www.youtube.com/watch?v=ZWi2xwcMfQY    

Una historia fallida

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 Por Brenda Salazar Capilla - ¿En verdad no escuchas esa voz? – Dijo intranquila – Ahí está de nuevo ¿No la oyes? - Yo no escucho nada – Contestó preocupada su amiga - Y de nuevo, ¿cómo no puedes escucharla? - Amiga, creo que ya has pasado por demasiado estrés ¿No crees que es momento de descansar? El cansancio puede hacer cosas raras con la mente – Contestó con un tono francamente preocupado, su amiga llevaba días sin dormir bien a causa del trabajo, no salía de casa y apenas comía. Ella temía que de a poco su amiga perdiera la cordura - ¡No me estoy volviendo loca! - Tranquila nadie dijo que lo estés, solo estoy preocupada por ti, últimamente no paras de trabajar ni para ir al baño - Es lo que él dice ¡Lo mismo que él dice! - ¿Quién dice? - Es que… ¿Cómo no puedes escuchar esa voz? Es tan clara - Amiga… - ¿Qué? – Contestó alterada - ¡Yo no estoy alterada! - Calma. Creo que ya es momento de que descanses ¿Por qué no vienes a mi casa un rato? Podemos pedir comid

Cuento: El desfile de los vasos

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 Por Alfredo Rendón A diferencia de los espejos, artilugios que cumplen, aunque no siempre seamos conscientes de eso, la compleja labor de hacernos saber que somos y que existimos (y cómo somos , cómo existimos ), los vasos –al menos los de mi casa– no reflejan a nadie que los mire directamente. Pero como toda superficie cristalina, tienen la noble generosidad de dejarnos ver qué se vierte dentro de ellos y, además, sí que reflejan los estragos del descuido cotidiano al que nos puede conducir el excesivo encierro. En este hogar, un pequeño departamento de unos sesenta metros cuadrados, habitan, además de tres humanos, una miscelánea de especies vasistícas por lo demás dignas de voltearse a ver. En primer lugar –ésta vez de la manera más literal posible, son los primeros en verse apenas uno abre la alacena– están los que yo llamo rutinarios no-convencionales . Los usamos todos los días, para todo líquido, pero no los encuentro con-ven-cio-na-les porque sus formas, como sus aparic