Palimpsestos en textos e imágenes. Elementos de transtextualidad en las obras de Anthony Browne
Por Ayleen Ma. Fernanda Rodríguez Espinoza
Resulta más que evidente que la ilustración como arte está cada vez más presente en nuestro entorno. Esto se puede reflejar en el panorama editorial, ya que sólo basta con visitar una librería para comprobar el número de publicaciones en las que esta expresión artística juega un papel fundamental. En el ámbito de la literatura y de los libros para niños las ilustraciones siempre han sido esenciales, hasta el punto de haber visto nacer un género propio, como lo es, el libro álbum.
El libro álbum se caracteriza por la colaboración continua entre el lenguaje textual y el lenguaje gráfico, es decir, tanto el texto como la imagen participan en la construcción del sentido de la obra. En la complicidad de estos dos tipos de lenguajes es necesario por una parte, la escritura del texto, aunque algunos carecen del mismo, y por otra, en el libro álbum la labor del ilustrador tiene un peso fundamental.
Uno de los autores más destacados en este género es el inglés Anthony Browne quien, entre sus mecanismos principales, tanto en sus textos como en sus imágenes, hace una puesta en relación con otras obras literarias y visuales. También complejiza una invitación a los sentidos y ofrece diferentes capas de significado que serán decodificadas de diversos modos acorde a la experiencia del lector. Pero ¿Existirán elementos de transtextualidad en las obras? Y si en sus obras hace una relación ¿A qué tipo de obras hace referencia?
En el siguiente ensayo se analizaran dos libros representativos de la obra de Browne: “En el bosque” y “Willy el soñador” y se utilizara dos categorías de la transtextualidad: la intertextualidad que Genette define como una “relación de copresencia entre dos o más textos, una presencia efectiva de un texto en otro” (Genette, 1989), que puede tener lugar a través de la cita, la alusión e incluso el plagio y sólo es comprensible en su totalidad si se percibe ese texto referido; y por otra parte, la hipertextualidad, que es la categoría que hace que haya un “texto derivado de otro texto preexistente” (Genette, 1989), que puede darse como transformación, asociada a la parodia, o como una imitación relacionada con el pastiche.
En “En el bosque”, desde la portada se puede observar un juego intertextual en las alusiones a cuentos conocidos por todos: vemos un niño de zapatos rojos que camina por un sendero con una canasta en la mano que inmediatamente nos recuerda a la famosa Caperucita, cuya sombra tiene forma de conejo, que quizás haga una referencia a “Alicia en el país de las maravillas”, también se puede observar una rana que se asoma entre dos árboles que puede hacer referencia al relato “El Rey Rana”, otros elementos que se encuentran son una manzana al pie de otro árbol y, a la distancia, un féretro de cristal con una muchacha dentro y la torre de un castillo todos estos haciendo referencia a “Blancanieves y los siete enanitos”.
Este libro álbum nos cuenta la historia de un niño que a la mañana siguiente de la noche en la que se despierta con un “ruido espantoso”, descubre que su padre no está en casa y no logra recibir respuestas de su madre con respecto a adónde ha ido ni cuándo volverá; al día siguiente, su mamá le encarga llevarle un pastel a su abuela que se sentía mal y siempre le cuenta historias maravillosas. La señora le señala la existencia de dos caminos, recalcándole que no tome el del bosque, sino el más largo; el niño le desobedece, porque desea volver rápido por si su padre regresa.
Durante su recorrido, este niño se encuentra con personajes clásicos fácilmente reconocibles, los cuales quedan atrás en su camino en una segunda imagen y aparecen rodeados por elementos propios de sus historias, por ejemplo, el muchacho con una vaca, la enredadera gigante, la pierna enorme y el garrote que se observan de fondo que nos remiten a “Juan y las habichuelas mágicas”; la niña de trenzas que desea los alimentos que lleva el protagonista, los tres osos y la casita con orejas redondeadas como de oso en el techo, que se pueden distinguir a la distancia y nos dirigen al cuento “Ricitos de oro”; y por último, los dos hermanitos acurrucados junto a una fogata, el hacha, los pajaritos que picotean algo del suelo, la jaula con una persona adentro y la casita decorada de “Hansel y Gretel”.
También hace una clara referencia a “Caperucita Roja”, por ejemplo en la figura de la madre, de suéter rojo, que le entrega una canasta con víveres al pequeño, el abrigo con capucha de ese mismo color que este encuentra y luego se pone y el lobo que lo observa escondido tras unos troncos. De igual forma se pueden encontrar elementos de cuentos como la “Cenicienta” y “La bella durmiente”.
Como puede observarse, este texto es una recontextualización del cuento “Caperucita Roja” ya que nos presentan a una madre “sola” que envía un pastel a una abuelita enferma, a cuya casa se llega cruzando un bosque por dos caminos, uno largo y uno más corto, pero más peligroso, hay un abrigo rojo con capucha, y un lobo amenazante, pero el género del protagonista es modificado, lo que claramente logra el efecto de parodia. Además tiene una ruptura en las expectativas con respecto a la voz detrás de la puerta, a la cual el lector en una primera instancia identifica con el lobo disfrazado, debido a su conocimiento del hipotexto, pero que aquí se trata de la abuela, que suena “extraña” a causa de su malestar.
Por otro lado en el libro álbum de “Willy el soñador” se representa un mundo alucinado, el de los sueños de Willy, el cual es relacionado con el mundo de la pintura a través del uso de marcos que fijan el límite de todas las imágenes, los cuales parecen imitar como si fueran cuadros de una exposición.
Desde la portada se puede ver una “trans-contextualización” de un famoso cuadro: “El castillo de los Pirineos” de René Magritte. Vemos, en la parte inferior de la imagen, el mar con una hilera de olas rompiendo, la línea del horizonte y un gran cielo azul con nubes, sobre el que flota un sillón que carga con un chimpancé dormido. De la roca gigante con un castillo encima quedan las dimensiones que ahora ocupa el sofá, pero se suman en el mar, un barco en una botella y numerosas bananas.
En la página siguiente vemos la ilustración de un cuadro dividido en cuatro secciones, en cada una de las cuales hay un objeto y, debajo de estos, un sustantivo. Lo que notamos a continuación es la no coincidencia de los objetos con lo que uno primeramente asumiría que son sus nombres, con excepción de uno: la cabeza de un gorila está acompañada por la palabra “lancha”, un libro por “zapato”, un sillón por “bandera”, pero una banana por “banana”. Lo que Browne intenta hacer aquí es una parodia del cuadro “La clave de los sueños” de Magritte.
En la página siguiente, con el texto “a veces Willy sueña que es una estrella de cine” un
nuevo cuadro nos muestra personajes de famosas películas de Hollywood de aventura, fantasía y terror, todos con cara de mono: Tarzán, King Kong, la momia, Mary Poppins, Chaplin, Drácula, Frankenstein, el león, el espantapájaros y el hombre de hojalata, de la famosa película “El mago de Oz” y un enanito de Blancanieves y los sietes enanos.
También, en la página en la que se indica que Willy sueña con ser un escritor famoso, se pueden identificar los personajes principales de Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo, pero con rasgos de simio y partes del cuerpo al igual que de las ropas, hechas de bananas.
A continuación, Willy sueña que es pintor, y se lo ve con una boina en la cabeza, pincel y paleta en mano, en el acto de pintar una escultura que es una parodia de la Venus de Milo pero con cabeza de mona, tal como sucede en el cuadro “Intentando lo imposible” del mismo pintor, pero con la diferencia que en este último, el artista intenta pintar una mujer de carne y hueso.
Este libro álbum contiene muchas referencias a otras obras como “Los relojes derretidos” de Van Gogh y la parodia de “Prohibida la reproducción” pero el reflejo del chimpancé es un monstruo con cuernos en forma de banana y con un pelaje más abundante, pero también hace una parodia a Elvis Presley cuando menciona que Willy sueña con ser cantante.
Se puede concluir que como se ha visto, los libros álbum ofrecen la posibilidad de poner en contacto y leer como en un palimpsesto diferentes textos, pero también diferentes códigos, a través de elementos que tienen su origen tanto en la literatura como en las artes visuales. Anthony Browne hace una propuesta en la que el receptor se sumerge en una experiencia estética con múltiples lecturas y quienes tengan la capacidad de detectar alusiones, citas y parodias gracias a sus conocimientos previos, se enfrentan a un género y un estilo desafiantes y logran una lectura más completa, aunque no por eso “exhaustiva”, ya que nuevas miradas traen nuevas interpretaciones.
Fuentes
o Browne, A. (2004). En el bosque. México, Fondo de Cultura Económica. Recuperado de: https://colegiodelsagradocorazon.cl/uploads/ckeditor/attachments/3205/6.1_En_el_Bosque-Anthony_Browne.pdf
o Browne, A. (1998). Willy the dreamer. Cambridge, Candlewick Press. Recuperado de: https://kupdf.net/download/willy-el-so-ntilde-ador-anthony-browne_58a637936454a7e14eb1e9e3_pdf
o Genette, G. (1989). Palimpsestos. La literatura en segundo grado, Celia
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