Año y medio

En el grupo 1901 de la materia Fronteras Genéricas: Intertextos Narativos, del noveno semestre de la Licenciatura en Comunicación, los alumnos de la Maestra Jojana Oliva, escribieron textos desde la perspectiva infantil. A continuación, presentamos uno sobre la pandemia, autoría del alumno Aarón Ramírez García.

AÑO Y MEDIO

Siempre me había gustado mucho ver la televisión, hasta hace como un año y medio cuando mamá me dijo que tenía que tomar clases a través de ella. Yo no sé exactamente qué sucedió hace como un año y medio, pero de repente todo cambió. La verdad, tampoco sé cuánto es “un año y medio”, pero mi mamá dijo el otro día que llevamos un año y medio viviendo una pesadilla.

Y bueno, pues hace un año y medio, un día ya no regresé a la escuela y al principio me puse muy feliz, papá dijo que eran unas vacaciones adelantadas y que pronto regresaríamos. Todo iba bien hasta aquel día que mi mamá me dijo que ahora tomaría clases por televisión. Al principio pensé que mi maestra aparecería en la pantalla en el salón de la escuela, pero nunca salió. En su lugar aparecieron nuevos maestros que parecían hablarme a mí, pero que no respondían cuando les preguntaba algo.

Además de tomar clases en la tele, también se pusieron raras las cosas porque toda la gente se encerró. Ahora yo tomaba clases en la tele, pero mi mamá y mi papá iban a su trabajo en la computadora. Eso me hizo muy feliz, pero creo que a ellos no tanto porque cuando no me daban clases los maestros que no contestan mis preguntas, yo quería jugar con ellos, pero ellos decían que estaban trabajando.

Después, aunque no lo podía creer, empecé a extrañar a mis compañeros, menos a Lucy. Extrañaba jugar con ellos en el recreo y platicar sobre youtubers y tiktoks con Anita. También extrañaba a Miss Caro, porque ella sí me respondía cuando le preguntaba cosas y también extrañaba a Rigo, el perrito que siempre estaba afuera de la escuela esperando a que saliera y que mamá nunca quiso llevar a casa.

Todo estaba muy chistoso al principio porque la gente se empezó a disfrazar como de doctor, incluso a mí, para llevarme al dentista, me disfrazaban de doctor, pero luego entendí que nos ponemos la cosa en la boca porque papá dijo que había una cosa en el aire que nos podía hacer daño. Yo no entendía mucho por qué era malo algo que no podíamos ver, pero me daba miedo, era como la chava de los cuatro fantásticos que se hace invisible, pero en malo.

Entendí que sí era muy malo cuando vi a mamá llorar porque el abuelo Juan que vive en Veracruz, cerca del mar, se fue al cielo y papá me explicó que lo habia atacado la cosa invisible del aire y que por eso todavía no podíamos salir. Yo me siento triste y quiero regresar a como era todo hace año y medio, pero el otro día el señor de las noticias dijo que ya nada sería igual. Ojalá los años y medios duraran menos.